Podría escribir aquí una gran parrafada, llena de cosas al tuntún. Un saco de ideas random sobre mi vida o conceptos ajenos a ella. Pero hoy no lo haré porque voy justo de tiempo. Ni me falta ni me sobra tiempo, llevo lo justo. Incluso si alguien me dijera si tengo algo de tiempo para prestarle, no le podría dar ni lo más mínimo. Debería hacerme una agenda con un horario que gestionara todo aquello que hiciera y tengo por hacer, me iría muy bien si les soy franco. ¿Cómo sería esa agenda? Con una app de móvil ya me valdría, aunque no hay nada como el método analógico (Boli y papel), pero ocupa espacio físico y me gusta ir con los bolsillos vacíos. Supongo que tendría que sacrificar ese espacio. Sacrificar espacio, ¿Qué bien suena, no? ¿Os imagináis a los que hacen sacrificios, que en vez de pillar una virginal doncella o un niño con mejillas sonrojadas, cogieran “espacio” y lo sacrificaran a su dios? La verdad que sería más limpio. Toda esa sangre que podría generar el sacrificado, se evitaría y la persona encargada de limpiar los estropicios que pasan al sacrificar personas (U otros animales, que ha habido casos, o al menos eso me consta), pues que estaría muy agradecida. Quedémonos con el encargado de la limpieza de los sacrificios y procedamos a los dibujos de estos días pasados con fechas festivas de por medio:







